viernes, 6 de mayo de 2011

Consideraciones tras de A Propósito de la Política y la Masonería en Cuba

El pasado 18 de abril nuestro H. Gustavo Pardo publicó en el (www.cubanet.org) un artículo titulado Política y Masonería, en el cual valientemente toca un tema medular y temeroso de tratar por los masones cubanos que viven en el archipiélago después del 1959 y con mayor temor en los últimos tiempos en que se ha extremado la politización absoluta de la sociedad civil cubana y la extrema unipolaridad socialista del régimen que impera en el país.
Posteriormente el H. Carlos B. García nos envió a varias direcciones electrónicas de HH. sus consideraciones que tituló A Propósito de la Política y la Masonería en Cuba, donde reflexiona y se cuestiona ¿cómo practicar la Masonería en Cuba bajo tal estado donde se “limita y pisotea los derechos fundamentales de los masones, de los ciudadanos”? pero es incoherente cuando plantea: “No entendemos que dentro de los templos masónicos sean permitidos (como no están) los debates de corte político ni religioso”.
Que exista Masonería bajo un régimen como el que impera en Cuba solo puede ser tal cual es la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M. y el Supremo Consejo del 33º del Rito Escocés para la República de Cuba, sin la posibilidad al librepensamiento, sin la posibilidad de tratar temas ni de Política ni de Religión, pero como añadidura tampoco ni de educación, ni de salud, ni de asistencia social, etc., etc., etc., ni para considerar lo errada que está la forma de tratar la sexualidad a nivel de la sociedad, ni ninguno otro tema que cualquier masón de cualquier otro país pueda tratar, ya que esos y todos son de absoluta incumbencia del omnipresente gobierno.
Tal como se lo cuestiona Pardo ¿si los fines de la Francmasonería son: disipar la Ignorancia, combatir el vicio e inspirar amor a la humanidad?, ¿cómo pueden los masones acometer este deber si a la Institución se le niega el derecho a incidir en su entorno social? Simplemente a los masones cubanos ni dentro de la masonería se le permite prepararse para tal incidencia. Para ello y por ello, la institución se encuentra controlada totalmente por los servicios de inteligencia del gobierno, a través de tentáculos invisibles como los del agente Duarte – Gerardo, recientemente revelado y otros que gobiernan desde todos los niveles y áreas, no permitiendo el paso a otros con otras ideas ni posibilidad de exponerlas para el bien de sus HH.
La masonería de la Gran Logia de Cuba y el Supremo Consejo del Grado 33, se ha convertido en una mera institución asociativa de solamente algunas y pírricas beneficencias mutuas, para ello, sus controladores la tienen marcada a languidecer en cosas sin importancia, porque hace falta que se mantenga existiendo ya que nuestros próceres fueron masones, pero los actuales masones, sordos, mudos y ciegos, así se da un sentido de sociedad amplia.
A través de los últimas 50 décadas, en todas las instituciones de la sociedad cubana -¡y la masonería no es una excepción¡- se ha planteado en la psiquis del cubano, que político es todo, que todo tema tiene que ver con la política y es tema vedado y hasta castigado, en la masonería se agrava con el antiguo limite o Lammarks que se refiere a no permitir en su seno las discusiones de Política ni de Religión, y esto se justifica en la masonería que aun hoy sea una limitante, por las consecuencias históricas de desunión que ha provocado entre los seres humanos tales discusiones de estos temas.
Pero aunque algunos, nos hemos atrevido a plantear que: una cosa es no permitir discusiones en su seno de política como de religión, otra muy distinta, es que la presentación de dichos temas sin llegar a la discusión presupone disipar la ignorancia, combatir el vicio e inspirar el amor a la humanidad, este enfoque ha sido bien visto y hemos recibido a cambio el retiro del uso de la palabra, el informe a los grandes funcionarios o en el mejor de los casos, la llamada de la atención al final de los trabajos.
Aunque la masonería en el contexto universal con su cambio de operativa a especulativa transformó sus integrantes, de albañiles constructores a hombres constructores, no es con el devenir del tiempo que la masonería se convierte en escuela de formación de hombres cívicos como lo que debe ser en el siglo XXI, siendo en la actualidad como bien define Pardo, una incoherencia, que la hacen -en Cuba- estar desprovista de los fines y principios de la Institución, lo que ya está dando muestras de graves consecuencias en el presente y desarrollo futuro de la Masonería.
Por otra parte, Carlos B. Garcia en su incoherencia refiere -según él- haciendo un poco de historia para adentrarse más en el tema y menciona momentos de la masonería en Cuba que demuestran tal incoherencia -que aun- bajo de un régimen de los mas oprobiosos por lo que ha pasado nuestra patria, como lo fue el colonialismo Español, la masonería y el gobierno encabezado por Capitanes Generales que existían, eran tolerantes de las diferentes ideas políticas y hasta del tratamiento del tema independencia. ¿Sino cómo? Explicar la existencia del Gran Oriente de Cuba y las Antillas encabezado por Vicente Antonio de Castro Bermúdez y la utilización de las liturgias escritas por él donde hacía referencia directa a las ideas independentistas.
Si coincido en que como masones, como hombres cívicos que somos todos debemos ser coherentes tanto dentro como fuera de la masonería. Dentro haciendo gala de la tolerancia masónica debemos ser capaces de exponer los temas de política sin llegar a la discusión para la ilustración y el combate de los vicios que pueden llegar a atentar, unos hombres contra otros, como muestra de amor a la humanidad, respetando los criterios expuestos libremente por todos y sin represalias. Esto sería una postura moral y ética de la masonería en correspondencia con sus propios principios y el combate a toda dictadura.
Debe ser totalmente inaceptable que suceda tampoco hoy -por otra parte- lo sucedido con los Mártires de San Juan de Wilsón en febrero de 1870, con el vil asesinato de un grupo de masones con su Gran Maestro Andrés Puente a la cabeza por parte de otro masón, solamente por su forma de pensar, y que hoy se pretende hacer con el H. Pardo, que tras el programa “Razones de Cuba” algunos que le acompañaban y coincidían en sus aspiraciones a las elecciones del 2012 de la gran logia se han separado, esto más que todo es cobardía.
Siempre he considerado reflexionar y expresar lo que razonamos aun estando dentro de la patria, aceptar el reto por el presente y el futuro de la masonería en Cuba y en correspondencia con nuestros antepasados patriotas que dieron sus vidas por la libertad, por nuestros semejantes y para nosotros sus hijos y nietos, así como para sentirnos bien con nuestras conciencias.
El Tejador Masónico.

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